SZMUKLER

Entendemos al montaje como momento privilegiado de la puesta en escena. No en tanto período de tiempo localizable cronológicamente, sino como un aspecto de la duración de todo el proceso de realización de una pieza audiovisual ‒desde la idea hasta el último proceso de post producción- que consiste en la lógica con la que se fragmenta la totalidad de la pieza en vistas del modo en que se van a organizar los fragmentos para –al restaurar dicha totalidad– producir sentido. El montaje es el núcleo de la sintaxis audiovisual.

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En nuestra propuesta la reflexión teórica está articulada con una práctica que pone límites precisos a los trabajos a realizar para orientarlos hacia la problematización de las cuestiones que consideramos axiales en términos de montaje: control de la narración, dosificación de la información, organicidad del sentido, manejo del espacio, del tiempo y del ritmo audiovisuales. La práctica para nosotros es esencial: en términos de conocimiento, es el momento de su puesta en juego, si su aprehensión es real o meramente conceptual.
 
Por ello, la práctica se lleva un tiempo considerable de la carga horaria, aproximadamente la mitad, aún siendo el tiempo de clase destinado exclusivamente al seguimiento, no a la producción, de los trabajos prácticos, que se realizan fuera del horario de clases. Apuntamos a que todos los estudiantes transiten por una práctica real de montaje, extensa en cuanto a recursos a experimentar, acompañados por un cuerpo docente amplio y comprometido que permite realizar un seguimiento personalizado de cada trabajo y ejercicio, con la mayor intensidad posible, dentro de los límites que nos impone la estructura de la carrera (en cuanto a relación entre cantidad de alumnos, equipos, tiempo disponible y espacio).